
1. El lugar y la fecha de nacimiento
Está bien compartir con otros usuarios nuestro lugar de procedencia, pero este dato combinado con nuestra fecha de nacimiento es una auténtica “mina de oro” a la que los ladrones de identidad saben sacarle mucho partido. Según un estudio de Carnegie Mellon, el lugar y la fecha de nacimiento pueden utilizarse para dar con el número de la Seguridad Social del usuario.
2. Los planes de vacaciones
Hacer públicos nuestros planes de vacaciones en Facebook es una invitación velada para que los criminales obtengan el pase gratuito a nuestros hogares. Si queremos informar a nuestros amigos de nuestras vacaciones, es mejor ponerles al tanto después con las fotografías del viaje.
3. La dirección postalAunque compartir la dirección postal de nuestra casa con otros usuarios en Facebook no parece a priori muy “cabal”, lo cierto es que el 40% de los internautas reconoce hacerlo, y el 65% no bloquea ni siquiera a posibles extraños con las diferentes opciones de privacidad de la red social.
4. Las confesiones
Puede que odiemos nuestro trabajo, defraudemos a Hacienda o seamos usuarios esporádicos de drogas ilícitas, pero Facebook no es el lugar más apropiado para hacer este tipo de confesiones. Según un estudio de Proofpoint, el 8% de las empresas ha despedido en alguna ocasión a un empleado por sus “meteduras de pata” en las redes sociales.
5. Las contraseñasSi tenemos varias cuentas online, es muy probable que en más de una ocasión hayamos respondido a preguntas personales para reforzar la seguridad de nuestras contraseñas. ¿Por qué ponerlas entonces en peligro aireando datos sobre nuestra vida privada en Facebook?
6. Los comportamientos peligrosos
Reconocer que practicamos deportes de riesgo o que fumamos no parece a priori una información demasiado peligrosa para ser compartida en Facebook. Sin embargo, sí entraña algunos riesgos. De acuerdo con un informe de Insure.com, muchas compañías aseguradoras rastrean Facebook y otras redes sociales para descubrir comportamientos peligrosos e incrementar así las pólizas de los seguros de vida de sus clientes.
Fuente: Marketing directo.
Desde mi punto de vista, estas recomendaciones deben extenderse a todas las redes sociales y a cualquier cosa que publiques en Internet, ya sea en un blog, chat, etc.
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